jueves, octubre 20, 2005

El Pueblo Unido


Que estábamos haciendo durante los tres años de Gobierno de Salvador Allende, donde estábamos, acaso besándonos, estaríamos acaso en recreo o en clase de matemáticas, o de castellano, o habremos ido a comprar el pan.

Que de cosas hicimos sin saber de Don Salvador, del Querido Salvador.

La película ALLENDE, tiene esa gracia te pone en el lugar de la memoria, la colectiva, la de todos y la propia, la intima y comienzan dos películas la de Guzmán y la interna, la nuestra, probablemente tocadas de manera tangencial, o militante o en silencio o desde el anonimato y sin embargo esto que parece cosa de viejos de 50, no lo ha sido, pues vi jóvenes con señas de haber llorado, con trazos de lagrimas incontenibles, en fin, creo que hoy Allende es una figura distinta, escrita reconstruida con tan diversos lenguajes, hoy es un súper star, es como una estrella pop, como Jim Morrison o como Keith Richard, o Jimi Hendrix o la Janis Joplin, para aquellos que compartimos estas imágenes y los sonidos del Venceremos del Quilapayún y del Satisfacción de los Rolling Stones al mismo tiempo, Allende se transforma en un mosaico de colores de otras voces y de otros sueños comunes, como las de Sting y de Bono el líder de U2 y tantos otros y en Chile un grupo, a mi juicio, ha logrado un lenguaje que recoge y habla desde estos dos mundos, el grupo de Hip Hop, LEGUA YORK, hoy por hoy lo más genuino de los grupos contracultura y de protesta popular consecuente.

Legua York, retoma El pueblo Unido y lo eleva a la categoría de rezo, de letanía revolucionaria.

Es cierto la película Allende es un documental de la memoria, pero de la memoria futuro. O como dice el propio Guzmán de su película, del ciudadano chileno más universal.

“Tienes razón -dice-, yo ya había hecho La memoria obstinada, El caso Pinochet y En nombre de Dios, una película sobre la Vicaría de la Solidaridad, además de La batalla de Chile. Lo que sucede es que nunca había colocado a Allende como figura central, porque no lo conocía bien. En realidad, la coyuntura chilena de los tiempos de Allende es tan rica que pueden hacerse cien películas. Yo pienso que es una fuente inagotable de materiales creativos para todos los géneros. Y hace cuatro o cinco años comencé a investigar un poco, a escribir y a buscar un productor que me secundara y ayudara. Hasta que encontré al productor francés Jacques Bidou, que es también un admirador de Salvador Allende. De hecho, Allende tiene una verdadera legión de admiradores en Italia, Francia, Alemania, Inglaterra y España. Es el chileno más universal”

Se siente se siente ¡¡¡¡ Allende está presente ¡¡¡¡

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